Cada vez son más los propietarios que deciden alquilar su vivienda y de este modo obtener una rentabilidad. Pero para evitar una mala experiencia, es importante tener en cuenta varios aspectos esenciales imposibles de pasar por alto:
Garantías adicionales a la fianza
Para evitar posibles futuros problemas, es importante pedirle al inquilino garantías adicionales a la fianza. Por ley, debe entregar una mensualidad como fianza, que posteriormente puede ser devuelta.
Sin embargo, la Ley de Arrendamientos Urbanos o LAU, contempla una garantía adicional, como por ejemplo la contratación de un seguro de alquiler, solicitar otro mes de renta como aval o el afianzamiento personal de un tercero que actúe como aval. Con estos extras se puede asegurar el cumplimiento de lo que se ha pactado en el contrato de arrendamiento sin poner muchos impedimentos al inquilino.
La fianza debe depositarse en un organismo publico
Las comunidades autónomas recogen las fianzas que depositan los inquilinos y que son obligatorias. Existe en cada una de las comunidades autónomas, un organismo que se encarga de custodiar y devolver las fianzas. Los propietarios son los encargados de depositar las fianzas, el incumplimiento de esta tarea conlleva graves consecuencias también económicas.
La domiciliación de los contratos de suministros debe cambiarse
En ocasiones, el propietario como titular de los contratos de suministros, abona los recibos y posteriormente el inquilino le devuelve la cantidad. Sin embargo, lo mejor es que sea directamente el inquilino quien gestione el cambio de domiciliación y reciba las facturas. De este modo, el casero evita que el inquilino deje de pagar los recibos. Aunque también es recomendable que el propietario mantenga la titularidad, pero cambie la domiciliación a cuenta del inquilino.
El inquilino tiene que tener el certificado energético
Se trata de un requisito obligatorio tanto en el alquiler como en la compraventa de una vivienda. Se debe aportar la información de este documento al inquilino, el no cumplimiento de esta obligación puede acarrear incluso sanciones económicas al casero.
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