Considerada como el gran manifiesto de la propuesta para una nueva arquitectura, la Villa Savoye de Le Corbusier fue construida entre 1928 y 1929 en Francia. Junto con la Villa Stein, del año anterior y del mismo arquitecto, sintetizan de forma muy rigurosa la implementación de los cinco puntos. En cuanto a la planta baja, la Villa Savoye se estructura a partir de una modulación de pilares que forman parte de un sistema estructural independiente y propone la unidad residencial como una máquina de vivir amparada por los nuevos advenimientos tecnológicos de la época. El diseño de la planta horizontal responde a la diversidad de la demanda de usos del proyecto y revela la complejidad de las relaciones propuestas por el arquitecto.
En este caso, vale destacar la división de los programas verticalmente, ya que cada piso también trata de reforzar las ideas planteadas en el discurso del arquitecto: la planta baja, diseñada desde la perspectiva de la llegada del automóvil, recibe programas vinculados a los servicios; el piso intermedio contempla los programas privados y funcionales de la residencia; y el piso superior recibe el espacio de estar y la deleite visual de la propia obra construida, todo ello vinculado por los elementos de circulación que promueven la idea de promenade.
HISTORIA DEL MONUMENTO
Los 5 puntos de la Arquitectura – Le Corbusier
- Los «pilotis», el edificio descansa sobre pilotis en planta baja, dejando la mayor parte de la superficie en contacto con el terreno libre de ocupación, permitiendo la autonomía entre paisaje y edificación.
- La planta libre, la estructura de pilares y pórticos de hormigón permite la libertad espacial eliminando los muros de carga.
- La fachada libre, liberada la fachada del peso de la estructura, esta puede componerse a partir de ahora según los criterios estéticos del Arquitecto.
- La ventana corrida, los huecos se convierten en huecos horizontales más apropiados a la perspectiva del ojo humano, en lugar de los tradicionales verticales resultantes de las antiguas estructuras de muros de carga.
- La cubierta jardín, la cubierta se hace plana y se dispone un jardín en ella.
Todos estos puntos que ahora nos resultan tan comunes, fueron una auténtica revolución a finales de la década de los 20 en el pasado siglo.
El arquitecto. De origen suizo, Charles-Édouard Jeanneret (1887-1965), más conocido como Le Corbusier, forma parte de la vanguardia parisina. Es miembro fundador de los Congresos internacionales de arquitectura moderna (Ciam) iniciados en 1928.
Un edificio emblemático. Esta casa de fin de semana termina el ciclo de las villas del arquitecto y sintetiza el vocabulario arquitectónico moderno. Abandonado, el edificio es restaurado por el Estado entre 1963 y 1997 y declarado monumento histórico en 1964, aún con su autor en vida, hecho inaudito.
La Villa Savoye se construye en la localidad de Poissy, a menos de una hora de viaje de la cosmopolita ciudad de París. Poissy se caracteriza por largas calles de parcelas ajardinadas con viviendas unifamiliares. La Villa Savoye se ubica en una de estas parcelas situada más próxima a la Naturaleza que a la Urbanización con vistas al valle del Sena.
La vivienda se terminó en 1929 y fue habitada por sus dueños durante un corto espacio de tiempo, debido a la invasión alemana de Francia en 1940. Actualmente es una “casa-museo”, dedicada a la vida y obra de Le Corbusier y mantenida por la sociedad pública Monuments of France. La Villa Savoye recibe miles de visitas al año, principalmente de Arquitectos y de Estudiantes.
Le Corbusier concibe la Villa Savoye como un prototipo tipológico para futuras construcciones en serie, proyectada como paradigma de la vivienda como máquina de habitar (machine à habiter). Le Corbusier dentro de la revolución industrial que desde el inicio del siglo XX estaba cambiando el mundo, quiso transformar a las viviendas entendiéndolas como máquinas que tenían que cumplir su objetivo en este caso el ser habitadas.
Le Corbusier estaba fascinado entonces por la aparición de las nuevas máquinas en especial de los aviones y los automóviles, en el caso de la Villa Savoye el movimiento de los coches se ve englobado dentro del resto de circulación de la vivienda.
El conjunto de la Villa Savoye es una composición cúbica, concebida como un objeto que flota sobre el paisaje gracias a los delgados pilotis que constituyen el soporte de la casa. Para reforzar aún más si cabe esta sensación el cerramiento de la planta baja se pintó de verde en aquellos paramentos ciegos. Las superficies planas ayudan también a excluir la sensación de gravidez.
En la Villa Savoye, Le Corbusier plantea un espacio continuo funcional a lo largo de los diferentes niveles de la vivienda. Existe un recorrido desde el cual vamos descubriendo la vivienda poco a poco. Primero el acceso a la finca desde el coche en el que descubrimos la vivienda y hacemos el giro concebido para coincidir con el radio de giro de los automóviles del año 1929 dentro de su espacio porticado hasta la zona de aparcamiento.
El acceso a la vivienda se realiza a través del eje del frente semicircular de vidrio, donde accedemos a un hall en el que aparecen los dos principales elementos de circulación de la vivienda: “una rampa” que realiza un recorrido pausado a lo largo de los distintos espacios que conforman la Villa Savoye y “una escalera de caracol” que permite unir rápidamente estos espacios entre sí. Al fondo de esta planta baja se encuentran los dormitorios y dependencias del servicio.
Continuando el recorrido ceremonial de la Villa Savoye a través de la rampa llegamos a la planta primera con una distribución en “L” que separa la parte pública de la casa del área más privada de los dormitorios. A través de todo este recorrido se puede disfrutar de las vistas del entorno gracias a los grandes ventanales en el perímetro de la vivienda. Dentro del espacio público de esta primera planta destaca la sala continúa al aire libre, bordeada por una gran pantalla que nos evoca a las pinturas de algunos cuadros puristas.
Este paseo arquitectónico que Le Corbusier nos regala en la Villa Savoye culmina en la cubierta-jardín, ya en el exterior y en contacto con la Naturaleza los últimos dos tramos de la rampa terminan en una fina pantalla a través de la cual se disfruta de una fantástica vista enmarcada del paisaje.
Por último queremos acompañar este viaje por esta impresionante obra de Le Corbusier, que como decíamos al inicio revolucionó la concepción de la Arquitectura y un maravilloso video realizado por Franco Di Capua. ¡A disfrutarlo!