Pese al impacto que hemos sufrido por la crisis sanitaria, esta vez las empresas no eran las mismas que en 2008, sino que el sector estaba mucho más preparado con más profesionales, senadas y con mayor solidez en sus balances. Estas condiciones ofrecen oportunidades para los inversores.
Aunque el inmobiliario no se encuentra en el epicentro de esta crisis, la pandemia sí está introduciendo cambios en el sector. Se han detectado nuevas tendencias como el aumento de la demanda fuera de las grandes ciudades, lugares con más espacio, como con terraza y jardín. En el mercado inmobiliario terciario, la tendencia es similar, centrándose en las afueras de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, buscando también centros pequeños de logística pensando en el ecommerce.
Pese a que los datos aún no permiten extraer conclusiones, sí se ha podido apreciar un incremento de los inversores locales. Sobre los efectos del Covid-19 sobre el volumen de compraventas, se espera volver a cifras similares al curso pasado aun habiendo sido abril y mayo meses en blanco de transacciones.
