Tal y como informa un artículo esta semana El Periódico de España, el precio de la vivienda de segunda mano aumentó en agosto un 5,26% en comparación con el mismo mes de 2021, según el último informe mensual de precios de venta de pisos.com. A pesar del incremento de precios, la subida de tipos de interés y las previsiones de recesión económica de cara al último tramo de 2022, los mismos factores hacen prever una estabilización de los precios, que para muchos compradores podría suponer oportunidades de compra. Los inmuebles de segunda mano se encarecieron el pasado mes hasta los 1.951 euros por metro cuadrado, frente a los 1.853 euros por metro cuadrado de agosto de 2021, según los datos de pisos.com. La vivienda usada encadena casi un año de subidas, desde septiembre de 2021.
MODERACIÓN DE LOS PRECIOS DE LA VIVIENDA
Los especialistas prevén, sin embargo, una estabilización de los precios para finales de 2022 y 2023. En su último Informe de Estrategia de Inversión, del pasado mes de agosto, el Departamento de Análisis y Mercados de Bankinter estima una subida del precio de la vivienda del 1% para este año a finales del ejercicio, y una subida similar en 2023. Prevé, además, un descenso en el número de transacciones inmobiliarias del 5% para este ejercicio, tras los niveles máximos de los últimos 15 años a los que se llegó en 2021.
Pese a que el Departamento de Análisis y Mercados de Bankinter no ve en los actuales niveles de precios “señales de sobrecalentamiento”, la pérdida de poder adquisitivo de las familias a consecuencia de la inflación es una de las razones que explican la moderación en las previsiones de venta en el último tramo de 2022. Si el aumento general de los precios dificulta las posibilidades de compra de muchos consumidores, también lo hacen las previsiones de recesión económica para finales de año, que repercuten en la confianza de los compradores.
Otro de los motivos es el aumento de los costes de financiación. Ferran Font, director de Estudios de pisos.com estima que “con las subidas de tipos operadas por el Banco Central Europeo, el coste de las hipotecas será más elevado y los hogares con préstamos referenciados al Euríbor empezarán a perder poder adquisitivo”, explica el experto, que prevé que “de aquí a finales de año las operaciones de compraventa se moderarán, dejando atrás los porcentajes abultados y abriendo así una nueva etapa con repuntes razonables sin perder dinamismo”.
BUEN MOMENTO PARA LA COMPRA DE VIVIENDA
En cualquier caso, pese al aumento de los precios de los inmuebles, la inflación y las previsiones económicas, la recta final de 2022 puede ser un buen momento para comprar una casa si las circunstancias particulares lo son. Además, aunque el precio de los inmuebles ha aumentado en el último año, su nivel es todavía accesible y se prevé que los precios se moderen en la recta final de 2022. Por otro lado, el comportamiento no es el mismo en todas las ubicaciones, y es posible que las circunstancias económicas adversas den lugar a oportunidades de compra a las que hay que estar atentos.
Ser realista acerca de las posibilidades económicas que se espera tener en los próximos años es especialmente importante cuando se toma la decisión de firmar una hipoteca. Otro ejercicio necesario, que además habrá que hacer si se quiere solicitar un préstamo hipotecario, es calcular el porcentaje de los ingresos que habrá que destinar al pago de las cuotas. Las organizaciones de consumidores recomiendan que no supere el 30-35%, y aconsejan igualmente tener en mente la previsión de que los intereses de las hipotecas a tipo variable se encarecerán en los próximos años.
VIVIENDA COMO VALOR REFUGIO
Para aquellos compradores que cuentan con ahorros la inversión en vivienda puede ser una fórmula muy interesante contra la inflación. Frente a la pérdida de valor del dinero que permanece en la cuenta bancaria, la vivienda difícilmente deja de sumar valor año tras año. E incluso tras los peores momentos de la crisis inmobiliaria demostró que fue capaz de reponerse hasta niveles similares a los de la época precrisis.
Los tiempos de incertidumbre económica son precisamente los más favorables para invertir en vivienda, dada su consideración de valor refugio: es una opción más rentable y más segura que otro tipo de inversiones, y además de su futura revalorización se puede sacar partida a su alquiler o a la rehabilitación de vivienda.