La gestión inmobiliaria del Vaticano, liderada por la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), representa un caso excepcional de cómo se puede administrar un gran volumen de propiedades con responsabilidad y visión social. Este organismo gestiona más de 5.000 inmuebles en ciudades como Roma, París, Ginebra, Lausana o Londres. Su objetivo no es especulativo, sino garantizar ingresos sostenibles para apoyar la labor de la Iglesia católica en todo el mundo.
En Grupo EM Inmobiliaria observamos con interés este enfoque, que combina eficiencia con solidaridad. Según el balance de 2023, la APSA generó un superávit de 35 millones de euros gracias al alquiler de propiedades, de las cuales más del 70% se destinan a usos gratuitos o con rentas subvencionadas. Esto incluye viviendas para refugiados, personas con dificultades económicas o instituciones sociales.
Además, la gestión inmobiliaria del Vaticano también abarca inversiones financieras que siguen principios éticos, evitando riesgos innecesarios y apostando por el impacto social. La filial SGIR del Instituto para las Obras de Religión, por ejemplo, administra inmuebles donados para destinarlos a colectivos vulnerables, sin generar beneficios económicos directos para el banco vaticano.
Este modelo demuestra que es posible conciliar una gestión profesional con valores sólidos. En Grupo EM Inmobiliaria creemos firmemente en este equilibrio entre rentabilidad y compromiso, y consideramos que puede servir de inspiración para administraciones públicas, entidades religiosas o empresas del sector inmobiliario.