En verano, los festivales son uno de los mayores reclamos turísticos, sobre todo para los más jóvenes. Aunque este tipo de eventos suelen contar con un espacio propio para la acampada, cada vez más personas deciden alquilar un espacio cerca del lugar de celebración del evento para disfrutar al máximo de las posibilidades de la zona. Por eso, durante la celebración de los mismos se vive un boom de alquiler de pisos importante en las zonas de alrededor.
Por poner un ejemplo, a lo largo de la celebración del festival Mad Cool en Madrid, ha habido una asistencia de 80.000 personas, muchas de las cuales no viven en la misma ciudad, por lo que necesitan alquilar un alojamiento. Esto provoca que durante la celebración de un festival se viva una crecida de la rentabilidad del alquiler, que puede llegar hasta un 36%, llegando a superar los 50 euros por noche en algunas ciudades como Barcelona.
En algunos de los festivales se ve el alquiler vacacional como una de las opciones más demandadas. Algún ejemplo es el Sonorama y el festival Dreambeach, que se celebran durante la segunda semana de agosto. Durante los días de celebración de un festival, las zonas de playa suelen rozar el lleno, siendo el destino de preferencia para la celebración de eventos musicales. Una oportunidad fantástica para las empresas y particulares que quieran dar salida a sus inmuebles durante el verano.
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