Tener (sí o sí) un despacho en casa, esa es la cuestión. El teletrabajo tiene muchas ventajas –entre ellas, ahorrar mucho tiempo en desplazamientos o poder trabajar en ropa cómoda–, pero también requiere un espacio bien equipado, que haga más llevadera las largas jornadas laborales. Para ponértelo fácil, te damos todas las claves para que decores una oficina en casa práctica y cómoda, que se adapte como un guante a la decoración de tu hogar.
El primer paso antes de empezar a decorar un despacho en casa es decidir dónde lo pondremos. Si tienes la suerte de contar con una habitación libre para convertirla en tu oficina doméstica, no te lo pienses: nada mejor que poder cerrar la puerta y olvidarse del trabajo hasta el día siguiente para poder desconectar.
Pero, como en la mayoría de las casas no sobran los metros, lo más habitual es que haya que ganar un espacio a otras estancias para instalar tu despacho en casa. Mira tu vivienda con otros ojos para localizar el rincón ideal: el salón suele ser la habitación de la casa más amplia, así que busca rincones que puedan servirte para ello, aunque sin descartar otros emplazamientos como pueda ser un recibidor o un distribuidor amplios, una zona de paso desaprovechada, un hueco bajo una escalera, una galería cerrada o en la habitación de invitados… ¡No te cierres a ninguna opción! ¿En el hueco de un armario? Sí, en el hueco vacío de un armario también podemos montar un despachito muy mono. Todo es cuestión de decorarlo bien. La terraza, si está bien aislada térmicamente y tiene cerramiento, también puede ser un espacio ideal para colocar un pequeño despacho.
Los expertos desaconsejan situar la oficina doméstica en el dormitorio, ya que puede interferir en el descanso. Si no queda más remedio, ahí van algunos trucos para integrarlo de la forma más armoniosa posible: elige una pieza del mismo estilo que el resto del mobiliario (nada de escritorios high-tech en un dormitorio de estética clásica o provenzal), procura que quede todo recogido al final de la jornada laboral o incluso ocúltalo tras una cortina, unos paneles japoneses o hasta unas puertas correderas de vidrio matizado como las de los armarios.
Piensa que necesitarás, como mínimo, un hueco de 1 metro de ancho para poder colocar un escritorio estándar de 100 x 60 cm y, al menos, otro metro de profundidad para colocar una silla y poder moverse sin obstáculos. También puedes optar por un escritorio plegable, que apenas ocupe espacio en la pared cuando esté cerrado, y una butaca que te sirva también en la zona de estar; fija una balda bajo una ventana que compense con longitud su profundidad poco ortodoxa; adosa una consola a la trasera del sofá.
Más allá de las medidas óptimas para que resulte ergonómico, hay muchos otros factores que tener en cuenta a la hora de elegir un escritorio para tu despacho en casa. Uno al que conviene prestar especial atención es que ofrezca espacio para guardar papeles o incluso el portátil (y poder olvidarte de él). La buena noticia es que hay muchos modelos de estética muy depurada y ligera que, al mismo tiempo, integran todo tipo de accesorios, como cajones y baldas extraíbles, tapas abatibles, contenedores incorporados en el sobre, conexiones, etc.
Que trabajes desde casa no quita que vayas a pasar muchas horas sentado, así que elige un modelo de silla ergonómico y totalmente regulable.
Al elegir la silla para tu despacho en casa, asegúrate de que ofrezca un apoyo total a la espalda, para evitar tensiones en las zonas cervical y lumbar, que ofrezca una flexibilidad total para ajustar la posición (altura del asiento y los reposabrazos, posición y reclinación del respaldo) y, a ser posible, que esté hecha en un material transpirable.
Siempre que sea posible, sitúa tu rincón de despacho en casa cerca de una ventana de forma que la luz natural entre de forma lateral, para evitar sombras o reflejos indeseados. Y recuerda colocar unas persianas o estores regulables para controlar la luz solar a lo largo de las distintas horas del día.
Tanto si tienes un despacho en casa con abundante luz natural o si está en una zona interior, asegúrate de combinar una luz general en la zona con una fuente de luz puntual, para evitar la fatiga visual.
Elige muebles del mismo estilo y la misma gama de colores que el resto del mobiliario de la casa, para que se integren con ellos.
Colocar una estantería sin trasera a modo de separación es una buena forma de darle una cierta independencia a tu despacho en casa sin comprometer la sensación de amplitud. O, si lo prefieres, también hay paneles o biombos separadores en diferentes estilos que te proporcionarán un fondo adecuado para las cada vez más populares videoconferencias.
Es el momento de centrarse en el estilo del mobiliario de tu despacho en casa. Los escritorios y las butacas de estilo industrial están de plena actualidad. Las estructuras de hierro y líneas rectas son tan ligeras a la vista como robustas y resistentes.
Los escritorios de madera maciza, con formas redondeadas y múltiples cajones son ideales para ambientaciones de aire rústico y provenzal, así como para todas aquellas con un punto clásico.
Apuesta por el blanco o el gris claro, con estructuras ligeras y patas finas e inclinadas, si buscas una estética de aire escandinavo. La madera natural teñida en estos tonos o una combinación de madera natural y lacados en blanco serán tus aliados.
Estilizadas piezas de patas finas, lacados en colores intensos y detalles cromados son las protagonistas de un estilo, el mid-century, que, inspirado en la estética de décadas pasadas, es puro glamour y convertirá tu rincón de despacho en el protagonista de cualquier estancia.
Sea cual sea el estilo que elijas para la zona de despacho de tu vivienda, no olvides redondearlo con complementos decorativos que lo refuercen. Lámparas, cajas, cojines, cuadros o marcos te permitirán darle un aire más acogedor a esta área de trabajo.
Vía Myhomedesigners, Elinvernaderocreativo.