El certificado de eficiencia energética o certificado energético no es otra cosa que un documento oficial redactado por un técnico competente.
Lo vas a necesitar obligatoriamente cuando:
- Quieras vender un inmueble.
- Quieras alquilar un inmueble del que eres propietario.
Este certificado incluye información objetiva sobre las características energéticas de la vivienda. Se elabora calculando el consumo energético que cada edificio o vivienda necesita durante un año, en condiciones normales de funcionamiento y ocupación. En base a ese cálculo el inmueble se podrá calificar energéticamente con una u otra letra.
El cálculo incluye la producción de agua caliente, calefacción, iluminación, refrigeración y ventilación. También tiene en cuenta elementos como los materiales de cerramiento exterior, carpinterías, el tipo de ventanas o los sistemas de climatización.
A la hora de ponerle nota, la escala del certificado energético cuenta con siete letras: desde la A (edificio más eficiente energéticamente) hasta la G (edificio menos eficiente energéticamente). Además de esta nota general, figura información acerca de otras características energéticas del edificio, como la envolvente térmica o las instalaciones de gas natural o electricidad.
Ponte siempre en el lugar del comprador: se trata de una información muy valiosa para saber en qué está gastando su dinero. A la hora de comprar un inmueble más te vale tener una idea general de cuánto te va a costar calentar/enfriar esa casa en la que vas a vivir. Y en gran medida esto depende de la eficiencia energética.
De hecho, el certificado de eficiencia energética nació para favorecer a aquellos edificios con una alta eficiencia energética, para destacarlos sobre el resto y facilitar que la gente los compre.
¿En qué inmuebles no es necesario el certificado de eficiencia energética?
- Edificios y monumentos protegidos oficialmente por ser parte de un entorno declarado, o en razón de su particular valor arquitectónico o histórico.
- Edificios religiosos y de culto.
- Edificios con una superficie útil total inferior a 50 m2.
- Talleres o habitáculos previstos para labores agrarias y no para uso residencial.
- Edificaciones que, por sus características, deban permanecer abiertas.
- Construcciones provisionales y que tengan menos de dos años desde su fabricación.
- Edificios o partes de edificios cuyo uso sea inferior a cuatro meses anuales, o bien durante un tiempo limitado al año y que resulte en un consumo de energía inferior al 25% del previsto por su utilización durante la totalidad del año, siempre que así conste mediante declaración responsable del propietario de la vivienda.
Si no estás dentro de alguna de estas excepciones, antes de proceder a la firma del contrato de venta/arrendamiento, el notario exigirá el certificado energético como parte de la documentación obligatoria para formalizar el trámite.
Cómo se consigue el certificado energético
Por fortuna, obtener el certificado energético es algo rápido y extremadamente sencillo. Bastan 2 pasos:
1. Buscar un técnico certificador autorizado en tu zona, y pedir una cita para que visite tu vivienda. En otros tiempos esto podía complicarse, pero hoy en día basta con hacer una rápida búsqueda en Google. Durante su visita, el técnico realizará un croquis, tomará medidas de las estancias, revisará los materiales de la fachada y cerramientos, e inspeccionará las instalaciones de calefacción y climatización. Cuando termine, realizará un plano e introducirá los datos en un programa informático que le aportará la calificación energética. Con toda esta valiosa información, el técnico generará un dossier para que lo conserves. En el mismo se incluirán recomendaciones de mejora que te permitirían mejorar la calificación energética.
2. Registrar el certificado: una vez que tienes el documento, debes presentarlo ante el organismo competente de tu comunidad autónoma, para que verifique que todo es correcto y lo hagan constar. El registro lo puedes realizar tú mismo, aunque la mayoría de técnicos certificadores se ofrecen a hacerlo ellos en tu lugar, facilitándote la vida. Una vez registrado y aprobado, la etiqueta energética oficial será expedida.