Antes de la Covid-19, nuestra relación con el hogar era diferente. Ni siquiera lo mirábamos. Semanas de confinamiento son suficientes para devolvernos a la realidad familiar. Con nuevas convenciones, nuevos hábitos y nuevas demandas impuestas, junto con las deficiencias de las que ahora somos conscientes, nuestra cueva exige un cambio urgente.
Rutinas como la desinfección profunda, quitarse los zapatos al entrar, lavar la ropa, almacenar, limpiar y ordenar, comprar con cabeza, organizar juegos y espacios de trabajo… Todo parece tener sentido ahora.
Marisa Santamaría, directora de RED (Red de Industrias españolas de diseño y experta en análisis de tendencias), nos echa una mano para sintetizar y que veamos en qué seis puntos clave centrarnos: la luz, la cocina, el baño, el sofá, la cama y el gimnasio. Lo esencial.
- Pet story: Sí, viste tu casa de plástico, pero del que puedes reutilizar para salvar el mar, la playa y el campo. Las mascotas son muy populares, no solo en tus zapatos, sino también en telas y materiales de pared.
- Utility Room: Esta habitación era la que utilizaban nuestros abuelos para guardar la plancha y demás, y sin embargo ahora se ha convertido en donde dejamos los zapamos, limpiamos a nuestras mascotas, hacemos bricolaje, desinfectamos la compra, etc.
- Relax: Un minimalismo que desprenda paz, con tonos blancos y pocas piezas, materiales naturales adapatándose a las formas, lino y madera, polvo de deshechos, una chimenea escondida…
- Cocina ‘tecno’ con cabeza: Acuérdate de no acumular, por ti por tu economía y la del planeta. Añade neveras, microondas y demás electrodomésticos que te faciliten las tareas y te indiquen lo que necesitas
- Domótica: Controla toda tu casa desde el móvil, encendiendo la calefacción, subiendo persianas, apagando luces, etc.
- Alta pintura: Van a tomarse en cuenta tonalidades rosadas y salmón como en la gastronomía, dando mucha importancia al color.