El mercado inmobiliario en Europa cerró 2019 con buenos resultados, si bien estos fueron algo más moderados que en 2018, que fue un año histórico en lo que a términos de inversión se refiere.
En nuestro país, por su parte, la nueva década comienza de una forma distinta a la anterior. 2010 fue un año marcado, casi en exclusiva, por la crisis económica. En 2020 se presentan mejores expectativas. Eso sí, en el mercado se aprecian algunas diferencias que caracterizarán, en general, una nueva etapa.
A pesar de que los últimos años en España han estado acompañados de inestabilidad política, el sector inmobiliario ha sabido ajustarse a una nueva coyuntura. Pero debe seguir trabajando en ello.
El Banco de España publicó en abril de 2019 su estudio Evolución Reciente del Mercado de Alquiler de Vivienda en España. Es precisamente al alquiler hacia donde se debe mirar pues se está dando un boom en los precios que ya no solo afectan a los barrios céntricos como ha sido siempre, sino que se registra también en la periferia.
Si bien la dificultad de los jóvenes para alquilar es un reto que, tanto el sector como la política nacional deben afrontar, también hay puntos fuertes que merecen ser mencionados y que contribuyen a una visión positiva del mercado.
Tal y como refleja un artículo de El País, la empresa inmobiliaria Solvia destaca el peso que tienen los extranjeros, cuya inversión se mantiene alta desde hace algunos años. Si bien el Brexit marcará lo que ocurra con los británicos, los alemanes y franceses se mantienen fieles a invertir en nuestro mercado. Esto es especialmente notable en zonas de costa, siendo las preferidas la Comunidad Valenciana, las Islas Canarias y las Baleares.
Tal y como señala el citado artículo de El país, BNP Paribas Real Estate ve a España como “uno de los mercados más atractivos por su elevada liquidez, los bajos tipos, la alta rentabilidad y el buen momento de los fundamentales”.
Especial atención merecen las Socimis, sobre las que te contamos más pinchando aquí.