Uno de los momentos más importantes en la compraventa de una vivienda es la visita del posible comprador. Debes aprovechar todos los recursos disponibles para mostrar el potencial de tu casa. Por eso, en este post te daremos unos consejos para enseñar tu vivienda:
¿Cuándo enseñar tu casa a las visitas?
El mejor momento para programar una visita es cuando la vivienda reciba más luz. Para ello debes tener en cuenta la orientación, ya que así podrás aprovechar al máximo las horas de luz. La luz natural es uno de los factores que más suelen apreciar los compradores. Además, la casa se ve con más claridad.
¿En qué orden debería realizar la visita?
En este caso, no existe un orden perfecto para enseñar la vivienda. Debes hacer que tu visita se sienta cómoda, así que deja que se tome su tiempo para ver las estancias y que se mueva a su ritmo.
¿Cómo enseñar el interior de la casa?
Algunos de los aspectos a tener en cuenta antes de mostrar tu vivienda son la limpieza, los olores, la distribución… no te olvides tampoco del componente visual, ya que en el primer vistazo el comprador puede decidir si la casa le gusta o no.
Otro consejo para enseñar el interior es que tienes que hacer que la visita se imagine viviendo allí. Para esto, quita cualquier referencia ideológica, intenta que parezca lo más acogedora posible, y destaca sus cualidades. Algunos puntos a tener en cuenta son la estructura, los suelos o el estado de las cañerías.
¿Y cómo enseño el exterior?
Es recomendable que dejes la zona exterior para el final de la visita. Puedes centrarte en ciertos aspectos claves para no alargar la visita demasiado, como por ejemplo la ubicación de la vivienda, el mantenimiento en el edificio, las zonas comunes o incluso el garaje o trastero.
Información y documentos
Es muy probable que el comprador te haga preguntas sobre la vivienda. Algunas de las más comunes son:
- ¿Qué antigüedad tiene la casa?
- ¿Cuánto se paga de IBI?
- ¿Cuánto se paga de comunidad? ¿Hay alguna derrama pendiente?
Para responder a estas preguntas puedes tener documentos preparados, como la memoria de calidades del inmueble, el último recibo de la comunidad y del IBI…
Por último, debes ser honesto durante toda la visita y no ocultar información, como por ejemplo algún defecto. Si la venta de la casa se produce y se descubre que ocultaste algo grave al comprador, este puede interponer una denuncia por vicios ocultos.